sábado, 27 de enero de 2024

fOLaVriL - prismas

 




prismas 

 

no la vimos venir

no se dejó ver

parte de la música

parte de la sien

 

no se la oyó hablar

ni su respiración

parte de la noche

de la corrosión

 

prismas en su voz

como obnubilación

en cada destello

venenoso color

 

fotografiar

el impacto

 

no la vimos llegar

la copa se rompió

volvientes de las casas

vestidos de calor

 

y nos viene a decir

en lo que es inmoral

hay que calcar la letra

para escribir el pan

 

prismas en su voz

como obnubilación

en cada destello

venenoso color

 

fotografiar

el impacto


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lunes, 22 de enero de 2024

fOLaVriL - muñeca de sodio

 




muñeca de sodio

 

hay una forma de hacerlo

peor

hay otra forma de hacerlo

peor

las noches sin estrellas

la perturbación

 

a veces es peor tener

razón

a veces es mejor

la confusión

las luces tenues

el descontrol

 

se escucha a lo lejos

tremenda es la risa de ese mar

muñeca de sodio

fantasma de sal

 

hay una forma de hacerlo

peor

hay otra forma de hacerlo

peor

las noches sin estrellas

la perturbación

 

se escucha a lo lejos

tremenda es la risa de ese mar

muñeca de sodio

fantasma de sal


escuchar fOLaVriL - muñeca de sodio


fOLaVriL - botellitas

 

botellitas

 

son tus risas

al vacío

son tus risas

de 1000 watts

voces se van

de afinación

voces se van

de la canción

 

hay tatuajes

en el cielo

migas sueltas

de tu pan

hay acoples

de tus nombres

disonancia

de mi dios

 

escondiste el sol

en botellitas

mancha rebelde

no se quita

esta máscara

es la que voy a usar

este disfraz

no me lo voy a quitar más

 

canta el agua

en otro lado

canta a un ritmo

desigual

melodía

imposible

melodía

irreal

 

percusión

del pensamiento

de los cuerpos

perfumados

tus bacterias

esta noche

el sobrante

de mi voz

 

escondiste el sol

en botellitas

mancha rebelde

no se quita

esta máscara

es la que voy a usar

este disfraz

no me lo voy a quitar más


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sábado, 20 de enero de 2024

fOLaVriL - sortija

sortija

 

en otro planeta

que vos solamente habitás

en otra palabra

que solo sabés pronunciar

 

algo se vuelve real

no, no se deja atrapar

 

todas las cosas

se pueden volver a decir

todas las cosas

se pueden mirar desde aquí

 

fría luz de otro sol

va cambiando de color

 

voy a esperar

a que empiece a nevar

a derretir

este tiempo de más

una sortija

que traiga tu voz

una sortija

que traiga tu yo

 

en otro planeta

que gire y que gire al revés

la calesita

volviendo y volviendo otra vez

 

siempre es la misma ciudad

gente que un día se va

 

voy a esperar

a que empiece a nevar

a derretir

este tiempo de más

una sortija

que traiga tu voz

una sortija

que traiga tu yo


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domingo, 14 de enero de 2024

la perla


“la perla” es un cuento de daniel delfino que pertenece al libro “la perla” 

la perla - audiolibro


la perla

 Unos días después de que te mueras empecé a caminar por Callao, a entrar en farmacias buscando sales de baño. (Tengo suerte, todos los departamentos que alquilo tienen bañera. Aunque nunca las use, me encanta que la tengan.) Busco y rebusco entre los estantes pero no encuentro sales de baño. Encuentro gel de baño pero nunca sales de baño. Cuando se me acerca el de seguridad lo gambeteo y salgo. Vuelvo a Callao y en Tucumán me detengo siempre en la iglesia de El Salvador. Quiero entrar; varias veces intenté entrar pero todas las rejas que separan la iglesia de la vereda están cerradas, a pesar de que la altísima puerta de madera de la iglesia esté abierta y haya gente adentro. Manoteo todas las entradas de las rejas y todas están cerradas. Las rejas parecen soldadas, parecen una unidad, una sola reja. La gente me mira porque hago temblar los hierros. La gente me mira como a un loco, como yo miro a otros locos. Como nunca puedo entrar a la iglesia, me cruzo de vereda y vuelvo por Callao hacia Rivadavia. Todo el tiempo está nublado y hace frío. Voy y vengo sin parar de Rivadavia a Tucumán, sin cansarme nunca. Tampoco pude entrar nunca a Zival´s ni a La Academia ni a La Americana ni a Los Galgos ni a La Ópera ni a ninguno de los Café Martínez aunque lo intenté algunas veces. No tantas como a la iglesia con la que intento siempre. A veces siento ganas de sacar plata de un cajero pero vuelvo a meterme en una farmacia a buscar sales de baño. Las sales de baño se hacen con las cenizas de los muertos. Alguien me dijo eso o lo leí en alguna parte. Tal vez por eso estén prohibidas. Como nunca las encuentro, salgo y sigo caminando. Hago sumas mentales: los años que tendrías cuando caminábamos estas cuadras. Tendrías menos que yo. Ya no esquivo a la gente. Aprendí a enhebrar los vacíos entre las personas. Pienso de manera recurrente en el número 42. Un tipo que había sido operador de entel me contó que antes, todos los que vivían en la avenida Callao tenían característica 42. 42 tendrías cuando caminábamos por Callao a tomar el 60. Vuelvo a hacer cuentas. El viaje en el 60 era tan largo y aburrido que me enseñaste a nublar la vista y ver toda la ciudad desenfocada. La ciudad sin forma era un lugar maravilloso. Tu cuerpo era chiquito, te sobraba el asiento. Eras aun más frágil nublando tus ojos que cuando corrieron la sábana en la morgue y estaban definitivamente cerrados. O no estaban. A veces intento sumas más complejas, sumé tu fecha entera de nacimiento con la fecha entera de tu muerte. El número que me dio fue 4001. No me gustan los números con tantos ceros. Algo fuera de control debe haber en los números. Hacer cuentas es una manera de continuar. Sé que estoy, sé que todavía estoy; vos lograbas no estar. En el 128 empezamos a ir a ningún lugar a partir del diamante encendido. Avanzábamos y no estabas, no eras mientras duraba el diamante encendido. Y cuando se apagaba volvías a encenderlo. Yo lo lograba en intermitencias. Pero el diamante no era la Perla. Era apenas un vislumbre. Recién ahora, caminando por Callao, entiendo las turbulencias en el sistema, el caos. No es causa y efecto. No es lineal. Es mirar y mirar y mirar algo hasta que deje de ser; eso era todo lo que había: nada. La Perla era nada, aun cuando a veces caías en el abismo negro de los monstruos que te perseguían y que te arrojaban a las calles nocturnas de mis terrores, de años interminables de psicoanálisis, de los trenes como serpientes hambrientas que querían tragarte. El combustible invisible de los trenes. La Perla puede crear mundos por su cuenta. La Perla es mágica, solo apta para locos. Lo falso, lo verdadero, el espacio entre las palabras y el silencio. No hay nombres ni palabras ni orden ni sintaxis. Por eso camino y camino desesperado hacia la indeterminación. Paulatinamente es la avenida, la iglesia, las farmacias, los bares. Ya no te nombro ni te represento. Ya no necesito que me mires desde las fotos. Camino por el borde. Y sin embargo, sigo entrando a buscar lo que no encuentro y no necesito. Y salgo y camino y vuelvo a sumar las fechas. Alguna cifra debe estar errada porque la suma ahora me da 4003.




viernes, 12 de enero de 2024

fOLaVriL - la eternidad


Czesława Kwoka es una niña polaca que fue asesinada en el campo de concentración de Auschwitz a la edad de 14 años.


 

la eternidad

 

siempre

dentro de un sueño

czeslawa habita

lo inhabitable

 

relámpago

que corta el sol

que roba el oro

que hay en su pelo

 

estoy cayendo en mí otra vez 

estoy perdiendo la última fe

arranco espinas

que hay tu nombre

y en la música suave

vas a bailar

vas a bailar

en lo atemporal

en la eternidad

 

tatuar

números azules

en una piel lejana

inmaterial

 

temblor

insoportable

será que su nombre

no puede respirar

 

estoy cayendo en mí otra vez 

estoy perdiendo la última fe

arranco espinas

que hay tu nombre

y en la música suave

vas a bailar

vas a bailar

en lo atemporal

en la eternidad


escuchar fOlaVriL - la eternidad

 


fOLaVriL - kitty winn

 


kitty winn


correntada de caras

correntada de nada

a través

de las rejas

sueño películas

viejas

 

cautiverio neuronal

cautiverio emocional

violencia pura

de la belleza

violencia pura

de la tristeza

 

en la ventana

la noche decapitada

bajo una luz blanca

baila kitty winn

pasos tibios, desangelados

toda la noche

ensangrentada

baila kitty winn

baila kitty winn

 

una mirada esférica

una mirada escénica

en la luz

apropiada

en la máscara

robada

 

como una epifanía

como una fantasía

como decir

otra cosa

no diferente

pero otra cosa 


en la ventana

la noche decapitada

bajo una luz blanca

baila kitty winn

pasos tibios, desangelados

toda la noche

ensangrentada

baila kitty winn

baila kitty winn


escuchar (en vivo en once corazones de ciudadela)

fOLaVriL - kitty winn