jueves, 4 de julio de 2024

No me gusta el perfecto asesino

 


escuchar No me gusta el perfecto asesino


No me gusta el perfecto asesino

 

“Es una película que todavía es querida, y la gente se me acerca por ella más que por cualquier otra cosa que haya hecho, y me dio mi carrera. Pero definitivamente, cuando la ves ahora, tiene algunos aspectos cringy (vergonzosos) por decir lo menos. Entonces, sí, es complicado para mí”, dijo Natalie Portman sobre Leon: The Professional.

 Este video, o digamos este texto que quiero escribir tiene muchas más dudas que certezas. Nadie es el dueño de la verdad y mucho menos en arte. Todo empezó con un ciclo de cine que quise organizar en mi lugar de trabajo, un laboratorio de Sanidad Animal plagado de veterinarios, biólogos, y otras especies exóticas y gente común, los amateurs, grupo al cual pertenezco,  que configuramos los que o no tenemos título o tenemos títulos que no aplican para las funciones específicas del laboratorio.

 El ciclo iba a comenzar con La angustia corroe el alma de Fassbinder para verla en la pespectiva del melodrama con solo el cielo sabe de Douglas Sirk, Stella Dallas y continual con filmes como 35 rhums,  Carreta a Viena (Kocár do Vídne) Karel Kachyna / Checolosvaquia, 1966, Tu, yo y todos los demás (Me and You and Everyone We Know) / Miranda July - EEUU, 2011), Alicia en las ciudades (Alice in den Städten) Win Wenders) /Alemania Occidental, 1974, Cuento de invierno (Conte d'hiver) Eric Rohmer Una mujer bajo la influencia (A Woman Under the Influence) John Cassavetes  / EEUU, 1974 Breve cielo - David José Kohon / Argentina, 1969, Mysterious Skin - Gregg Araki / EEUU, 2004 El cuchillo en el agua (Nóż w wodzie) Roman Polanki / Polonia, 1962 Vacaciones permanentes (Permanent Vacation) Jim Jarmush / EEUU, 1980, Storytelling - Todd Solondz / EEUU, 2001

 La idea era que cada uno vea las películas por su cuenta y luego realizar un debate en una hora de almuerzo en la que todos pudiéramos asistir. Con unos compañeros hablábamos sobre este ciclo y salió el tema de Lolita y se me preguntó si había visto un peliculón llamado “El perfecto asesino”. Reconozco que de entrada me cayó mal el adjetivo antepuesto, pero me intrigó el haberme perdido esta película trascendental. Luego averigüe que se llamaba León y en otros países; el profesional. Avergonzado de no haber visto tal película tan excelente la busqué en la web y la ripie para verla en la tele.

Nobleza obliga: el género thriller es tan ajeno a mis gustos como la comedia. Hecha esta  puntualización, la película me fastidió plano tras plano, secuencia tras secuencia momento por previsible y sosa. Y sobre todo por su carácter mercenario.

 Hasta ahí mi opinión absolutamente discutible.

 Sin embargo, es completamente inverosímil desde su escena inicial hasta el improbable final, donde la única posesión restante de León, una planta en maceta que ha sobrevivido milagrosamente, entre otras cosas, a muros de fuego, bombas de humo y ataques con bazuca, ¡es plantada en lo que parece ser un césped abierto! Desde que aparece la planta en el filme y la frase de León que se compara con esa planta porque no tiene raíces y Mathilda (el personaje de Natalie Portman) le dice que hay que plantarla en tierra para que las tenga, ya sabemos, estamos seguros, a pesar de guardar alguna ilusión de que no sea tan obvio, que en algún momento esa planta se va a plantar en tierra.

Dicho y hecho y adiós spoilers

Y pensar que Ranciere hablaba de un espectador emancipado. Estos finales tan cerrados, asfixiantes, no dejan espacio a nada, ni a respirar, pero si a aplaudir como focas.

La trama es completamente insulsa, el ritmo es absurdo, los personajes parecen salidos directamente de un cómic (en particular el de Gary Oldman, que es simplemente ridículo) ¡y las escenas de acción son forzadas y ampulosas

 Es que La trama no tiene sentido: un traficante de drogas (que además es agente de la DEA… algo más se puede ser, torero, presidente, un polirrubro) mata a tiros a toda una familia, incluido un niño de 4 años (escena realmente perturbadora ¿Quién puede matar a un niño? Era la peli de Ibañez Serrador haciendo alusión al El Perro andaluz de Buñuel donde se mata a un niño de un escopetazo porque sí, claro era surrealismo y esto qué es… ah género), solo para recuperar el 10% de un envío de cocaína de un traficante de poca monta: ¿por qué arriesgarse a un caso de homicidio de tan alto perfil (incluyendo a un niño) por un asunto tan pequeño?

Bueno las reglas del género, ok. Estamos viendo una película de género y las cosas pasan como en todas las películas de género ya que esos rasgos inverosímiles se han estabilizado y dentro de ese género son verosímiles.

Hasta acá estaríamos bien, a pesar de que me aburra el pochoclo.

Ok.ok. say no more

 Pero…  sigamos… El personaje de Oldman es más una caricatura que un personaje. Es difícil creer que un hombre con un comportamiento psicótico evidente, ocupe un puesto tan importante en la DEA. (género ok) continuamos a bingo.  Uno también tiene que preguntarse si todos los policías de Nueva York son tan corruptos como el  Stansfield de Oldman… seguramente que sí… volvé Baretta, eras un pichón de urrutaún al lado de estos…  pero cuando un grupo de ellos lo ayudan a entrar en un apartamento, matar a todos los que se encuentran a la vista, incluido un niño de 4 años, todo ello sin levantar ninguna alarma sigue siendo parte de los rasgos estabilizados del género…. Pero lo más difícil de creer es cómo el padre de Mathilda, sabiendo lo que se avecinaba, no habría sacado a toda su familia de ese apartamento al mediodía.

Y bueno hay un pacto de lectura…. No seamos ignorantes.  

Pero la pregunta que subyace es: ¿está bien desafiar toda lógica en aras de un argumento?

 Parece que está.

 Acá viene la clave de mi crítica, probablemente errada…

Si la película hubiera seguido como farsa, si hubiera seguido dentro de los rasgos genéricos, ¡podría haber sido una gran película! Pero su intento de "sentimientos", de darle un viso de dramatismo-dramático,  la convierte en una obviedad absoluta. En un despropósito del género.

La onda era: Disfrútala, pero no pienses.

 Y sin embargo, de golpe nos bajan un mensaje…. Golpecitos bajo el cinturón…

 Dijo el general San Martín: Serás género o no serás nada

 Y la mala noticia es que parte del humor pretendido no funciona en absoluto, como cuando Mathilda le dice al gerente de un hotel que Leon es su amante. Que es un chiste? Que nos demos cuenta que está enamorada de León? Es una de más. Una excusa para arrastrar la planta.

Mi opinión es irrecuperable: es una película plana.

 El personaje de Leon es muy unidimensional, lo que no deja a Jean Reno espacio para desarrollarse como actor, a menos que cuentes su mala interpretación de John Wayne o sus caricias a las plantas. Toma leche como Batman en la baticueva.

 Lo peor de la película entonces es su pretensión de moralina. Porque si nos remitimos a Lolita la película que de alguna manera Pl perfecto asesino convoca, en la novela de Nabokov asistimos a la mente de un depredador, a sus estrambóticos planteos éticos, a su locura por la pequeña Lolita Haze, pero la película de Besson en cambio, asistimos a la mente del enunciación general de la película,  a la mente del que escribe el guión y filma la película, que descansa en su personaje asesino tan decente con la niña, mientras su cámara recorre de forma lasciva y erótica el cuerpo de la niña vestida eternamente de pequeña prostituta (no podía cambiarse de ropa?) y pone en su boca las palabras que tal vez desearía escuchar de otras niñas…. El artefacto de la ficción está tan a la vista que ya molesta. Se interpone entre la película y el espectador. La niña buscona y el asesino implacable que éticamente se niega…. Pero que se pone celoso cuando la niña habla con un joven más cercano a su edad.

 Ni en pelito pasaban cosas tan tontonas.

 Todo muy confuso o demasiado estúpido. Ok no la viola, no abusa, pero le enseña a matar, a limpiar. Nadie es perfecto.

Mathilda, si bien se enamora de él y quiere que le haga el amor, no es perversa, es una niña, si bien construida con una mente de muchos más años de los que tiene, que no deja de ser una víctima que es corrompida ya no por las caricias de Humbert, como en Lolita sino por las caricias de la cámara de Besson. Además del mundo que habita, en el que crece, que se muestra de forma burda y estereotipada, como solo Hollywood puede mostrarlo, sin que queden dudas de nada.

 Si Mathilda no salía prostituta, debía ser asesina. Nunca otra posibilidad. Por favor lean a César González cuando habla de los progres de Palermo que filman a los villeros con ojos extrañados…. Y lo peor, con pretensión de realismo

 Pero en algo se parecen el libro de Nabokov y la pelicuón de Bessson. En lolita, la expertiz de la prosa hace que en ciertos momentos tengamos empatía con Humbert y en León hace que la mayoría de la gente hable de una gran película y de una dulce historia de paternidad postiza de un asesino a pesar de lo antedicho.

 No estamos intentando un planteo ético y moral,  estamos ante un espectáculo de morbo disimulado en la diégesis  (que tira la piedra y esconde la mano) y que pone de manifiesto crudamente en la enunciación general de la película. Ante lo que estamos es ante el morbo. El morbo con el único fin de ser un negocio sin nada de arte adentro, solo balas y clichés. Porque si León tuviera sexo con la Mathilda y la película se hiciera cargo de eso (siempre y cuando se utilicen dobles mayores de edad en las escenas picantes), podría ser criticable, porque sería parte de la obra de arte, pero acá solo asistimos a las perversiones de un guionista/director que “limpia” sus morbos en el asesino buenazo de León. Y en los comentarios hablan de una bella historia de padre asesino-hija asesina adoptiva. La película no se juega nunca y se queda en un limbo de estupidez y sentimientos edulcorados. Y lo peor es que esta historia de balas y amor es romantizada, y hasta gente que jamás permitiría que sus hijas coqueteen con un hombre que las triplica en edad y le enseña a matar con precisión absoluta, aplaudan a cuatro manos esta película tan chata como perversamente chata.

 Repetimos: La ficción es ficción, no tiene porque ser políticamente correcta, pero cuando esa incorrección apenas bocetada tan solo tiene como fin único lograr un efecto comercial y de impacto en el público deja de ser arte y pasa a ser producto vacío, morbo por el morbo mismo.

 Un ejemplo de no quedarse a mitad de camino sería el de Todd Solondz. Happiness (1998), un filme muy controvertido debido a los temas que trata, desde la violación hasta la pedofilia, el suicidio, homicidio y que ha sido elogiado por su exploración de "las oscuras debilidades de la clase media estadounidense periférica".

 O en otro extremo, Se me viene a la cabeza una película que ganó un oscar Sibila (en francés. Les dimanches de Ville d'Avray) es una película francesa dirigida por Serge Bourguignon en 1962

Pierre, un antiguo piloto de guerra sufre amnesia a causa de un accidente de avión al Extremo Oriente. Magdalena, la enfermera que lo recoge, le consagra toda su vida y su amor de mujer solitaria. Un día, acompañándola a la estación de Ville-d’Avray, Pierre conoce a Françoise, una huérfana de diez años, que vive con sus hermanas. Hace amistad con la niña. Después de hacerse pasar por su padre, la vista todos los domingos. Una complicidad tierna y pura se establece entre ellos. Pero esta relación escandaliza a la ciudad.

Sin embargo en esta relación inocente en la que la niña se enamora del adulto y que este no responde a sus insinuaciones hay una enunciación poética que no habilita el morbo sino la soledad y la inocencia del desamor y la crueldad de la guerra.

Eso es lo que se romantiza.

O la fascinante Alicia en las ciudades de Win Wenders, la cual estaba seleccionada para el frustrado ciclo de cine.

Pero bueno esta es solo mi opinión, tan válida como discutible y hasta desdeñable. La idea es el debate de ideas.

Pero volviendo a El perfecto asesino, si bien la gente dice que el romance no es recíproco y, por lo tanto, es aceptable, el romance sí lo es. En una escena extremadamente inquietante en la que Natalie Portman a León que le quite la virginidad, la razón por la que él no lo hace es porque no sería bueno en eso. No es el hecho de que ella tenga 12 años, sino que él no sería bueno en eso.

Oh qué tenemos aquí ¡!!

El falo del revolver solo funciona para matar y nada más. La cámara hace todo lo que no se puede ver para que toda la familia la mire por televisión un sábado a la tarde y solo sufra por la salud de la plantita y por la abstinencia de pochoclo.


No hay comentarios:

Publicar un comentario