Reseña para «Música»
Por María Pilar Zelko
17 relatos de personajes que transitan una Buenos Aires
en decadencia, algunos perdidos, sin rumbo; otros, con una dirección clara, aunque
muchas veces desisten de su objetivo. Van perturbados por sus pensamientos,
perturbados por decisiones del pasado que afectan a su presente. Relaciones
truncas, paternidades que no pueden ser o que no quieren ser.
La música, en cambio, viene a ser otro personaje, que
acompaña el recorrido en cada relato, irrumpe con una nota, con una canción,
con la voz de una adolescente inexperta que vive una vida que no sabemos si
realmente existió.
La música también son las voces de los otros colándose en
la diégesis. Diálogos truncos, conversaciones que no conducen a ningún lado: la
ambigüedad como monocorde. Música y escritura abrazándose en la obra de Daniel
Delfino.
Vemos una Buenos Aires en deterioro, donde la luz escasea
¿Sabemos realmente lo que sucede? Se propone a la confusión como latido que
pulula en los relatos ¿Qué ven? ¿Es real o es parte de su imaginación?
Recorremos barrios de casas bajas, niños jugando en la
calle, niños cometiendo delincuencia. Violencia y oscuridad como la tinta madre
de las escenas. Y con la sensación constante de una amenaza, de que se materialice
en algo, en alguien ¿Qué debemos hacer frente a lo desconocido?
El fútbol, la pizzería, los bares; lugares de encuentros
inesperados entre personas que se conocen de casualidad. Y los autos, la pasión
por los autos; por ese aferrarse a un objeto, o a una persona: a un amor que ya
no puede ser.
¿Qué los perturba? ¿Sus pensamientos o las malas
decisiones tomadas? ¿Por qué se sienten en peligro? Quieren recuperar, detener
el tiempo, tratar de entender, pero no pueden; se pierden. Se suspenden en ese
no saber.
La muerte como perfume en un hospital, la muerte como
obsesión; la muerte que deja rastros. Solo queda dolor, solo queda lo que
podría haber sido ¿Y qué podría haber sido? ¿Aún hay tiempo para cambiar el
ritmo de las cosas, de la vida?
El lector también toma rumbo a través de los relatos,
conociendo barrios, usos y costumbres. La General Paz, la Lugones, la 9 de
Julio, Avenida Eva Perón, Puente Pueyrredón, Lanús, Monte Chingolo ¿Hasta dónde
es posible llegar para estos personajes? Son cuerpos cansados, fatigados;
cuerpos que reflotan preguntas cuyas respuestas no saben si lograrán encontrar.
Animales que aparecen entre autos, animales cuyo aparente
peligro generan extrañeza y fascinación a la vez, pero ¿Cuál es el verdadero
miedo? ¿Lo que está afuera o lo que está dentro de uno?
Desorientación no solo en las escenas, sino en las
cabezas de los personajes, rumiando preguntas, rumiando lo inentendible. El
lector también habita el afuera y el adentro de esas vidas.
Delfino propone una atmosfera densa de incertidumbre que se sostiene a lo largo
y ancho de su obra.