
Las luces son más ámbar que mercurio: la
noche es una sucesión desorientada de sensaciones
que se abortan en la charla, en la sonrisa; en el gran
rostro de todos en la mesa redonda,
en el vaho del bar sucio y moderno.
2
Pienso en la película y en Verónica, ella tiene
la sonrisa de las que dicen no y embellecen.
La primavera en las voces que se destiñen
en las charlas de teléfono celular; que se consumen
bajo el ojo voyeur de las estrellas.
Arranco el auto y me detengo, sus piernas habitando
pantalones en algún lugar remoto. Su piel.
3
Las púas de los alambres. En el cine Verónica sigue intermitente,
y la película la ausenta, por momentos.
4
Las librerías cerradas. Botella. Cinco pesos con 50 centavos.
5
Escribir con letra alcohólica.
Vomitar tinta.
6
Morir un puñado de horas
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