viernes, 8 de diciembre de 2023

los naranjos

 


                                               los naranjos / daniel delfino

escuchar los naranjos



todavía viven

los albañiles en la casa

ponen ladrillos donde hay ladrillos

una y otra vez y hablan

en simultáneo los amigos

del hijo de la casa en mini

falda y sushi mean

en los olivos pastean

bajo la escalera curva

de mármol un sapucay

en una fiesta electrónica





la nena de la vuelta

pide un helado

una heladería sin puerta

pura ventana frente a la plaza

la atiende una rubiecita

y le pregunta qué gusto

le gusta

ella






el verde es más oscuro

bajo los naranjos

de naranjas amargas

caen de a ratos

como bolas

como bombas

sobre los esqueletos de

los auto unión

que nadie sabe para quién

amontona

en toda la cuadra

hasta la vuelta





el astronauta

recibe a dos astronautas

en el jardín de invierno asan

la carne

los pibitos del barrio dicen

que dicen asan y barbacoa

los astronautas

los espían desde la reja

los miran con un solo ojo

por los vasos

a través del vino





hoy hay luz

en el campo planetario

en el resto de la semana

los milagros instructivos

el alcohol es verde

hasta que llega al vaso





el hongo de agua

es un gigante

un tanque en forma de plato volador

agua hace años

no tiene

no lo voltean

es de hormigón





era para estable

era para disolver

el primer gusto que vendí fue de naranja

todo de naranja

en vaso chico

vino de la plaza

dicen por los túneles divergentes

sin que nadie sepa desde donde

y las napas secaron el tanque





el local verde

tiene rejas verdes

y cortinas americanas verdes

cerradas desde hace mucho más de quince años

los albañiles compraban ahí

mortadela y queso

recortes de fiambre

fiambrín

le fiaban

cuando empezaron a construir

la casa





una chica y un barbudo

se quedan mirando el esqueleto

de un auto unión

candia sale la chica dice

era el de mi papá

que se murió durmiendo

el domingo pasado en su primer viaje

se nos rompió

camino a san clemente

en la rotonda de alpargatas





¿divergentes?

vamos a conversar de otra cosa

de la lengua de las babosas

hubo agua en el tanque

hay micrófonos en las napas



nunca pensé que tu piel vieja me rosara

tan suave





siempre aparecen sogas

colgando

de los naranjos

y alguna veces del tanque

enlazadas en el extremo que cae

dibujan la circunferencia

de una gargantilla

o del nudo de una corbata





que está en la costa

en un pueblo con mar

y calles de arena

la sombra del tanque

es una silueta oscura

escribe un mensaje

y lo borra antes de que lo lean





patean

los pibitos en la plaza

los pájaros carroñeros trituran

granadas agusanadas

y vuelan cuando corren

hacia ese lado va la pelota

hacia el lado de la heladería

el mundo desde la luna

el mundo desde el ojo







de los olivos

vuelven con olores brillantes

aceite de hígado de bacalao

de ricino

de los estantes del local verde

de los olivos vuelven

con olor a arañas

con la lengua seca

a murmurar fuego






nunca compran helado

solo van a verla

a pedirle hielo

la rubita le dicen

porque es rubia y

estudia cuando no atiende y

usa anteojos redonditos y

una gargantilla con la inicial de su nombre

se ríen y toman amontillado

robado del local verde

en los bancos abulonados de la vereda

hablan de san lorenzo

hablan fuerte

para que ella los escuche




los micrófonos

cosmiscos

ay noum

ay noum

cantan los micromeniscos

de los caracoles

luxados desde que aparecieron los divergentes

las resonancias de las napas ahogan los pies

en los olivares contaminados





jugaron con la luna

con los trajes plateados

con los cascos

con un vidrio redondeado para ver

y no saber

quien está adentro





desde un avión gordo

lo tiraron un día

y cayó parado

pero sale tan caro

demolerlo que nadie quiere porque

bajo la pintura blanca

todavía se pueden leer

los nombres de las kuñas

de los albañiles que en caapucú

tienen otros maridos





la aurora dorada

funciona los jueves

en alcohólicos anónimos

en estado de indigestión

mal comen burbujas

negras y bailan

la música

del interior del caracol





cuando baja

la marea se duerme

la casa es la misma

las casas son las mismas

hay solo una diferencia

en el tamaño de los sueños





ya nadie compra diarios

por eso vendo

solo queda el esqueleto

oxidándose

mira

habla

cuando empiece junio

va a empezar a llover

hasta debajo de las napas





candia juega

al billar con los astronautas

le suman los pibitos en el contador

por el sanguche y la coca

candia grita

los únicos planetas se estrellan

en sus carambolas





es un motivo de vals

su herida en la pieza

la leche congelada en la heladera

porque la mucama mal cerró la puerta

porque el burlete está seco

es un motivo de mal

la respiración dibujando y borrando

sus vértebras agudas

valseado el chamamé

emotivo de cal

mamacita





un diciembre

lo llenaron de luces

para una navidad y hasta la primavera

de a poco

se fueron quemando

nunca hubo avión

el agua nunca fue potable





era para incendios







te da estática

porque es nylon

la fortaleza y la tenacidad

las fibras sintéticas ahora son tan populares

dibujo ciertos esbozos

de un concepto para una máquina

que podría hacer cuerdas





un túnel circular

sale del hongo y

pasa debajo de la plaza y

la aurora y

es transversal a los divergentes

hasta volver al hon

go dicen los pibitos que

los astronautas lo

construyeron para probar sus na

ves                         es

                            pa                     ci                              a

                            les







hay un gran desorden

bajo los leds

blancos glóbulos de aire

asfixia limpiarse las ropas

con manos rojas trenzadas

las fibras y la piel

el nylon no es cordel

ni cuerda





hablan como en inglés. Ni una z

como los astronautas. No las napas,

los túneles divergentes. Nadie se

los adjudica. Dicen que

los cavó un animal devónico que solo

comía setas





se dice merendar

no tomar

la leche

se dice preñada

nunca ambas

como los colores de las mermeladas cuando

la luz de la heladera está apagada cuando

en los pasillos hay una luz prendida

para nadie





bils

era la marca

bils sí bils

se vendía como agua de las napas

subterréneas no divergentes

un tiempo

candia quiso imitarla

pero ya era otra agua





es

de los que sostienen

la teoría de que todavía hay gente

viva en el hongo tomando agua

de los olivos





cuando no hay naranjas

escuchan la orquesta

que raspa los ruidos

que raspa los dientes

el gusto de las caries





una pila de naranjas

amontonándose

contra la pared de la casa

una parejita de bolivianos

las mete en una bolsa

y cuando sale candia

la chica

baja la cabeza

son para dulce

dice





las esferas re

gulan el mundo

las aguan vivas en

términos meramente mecánicos

hacen maravillosas transferencias

con la aurora dorada





para los que saben tomar la miel

como el vino dulce

en el reflujo volvemos al punto cero

pero no

vengo los viernes

para traerles la miel

el alcohol es agua salada





están

los que dicen candía

los que dicen dkw

los que prefieren ponerle azúcar a lo amargo

nadie pone ladrillos donde hay ladrillos

están

nadie no se ve





crecen plantan verdes

tiempo de hachas

se entrelazan en los espacios

tiempo de lobos

donde antes había gente

se fueron

en un camión de madrugada

sin pagar el alquiler

crecen tiempos de otro

desde que

la municipalidad podó los naranjos






maracho@gmail

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